Victor Adán, uruguayo que residía en Salamanca desde hace años, ha fallecido. Era un dandy al estilo antiguo, caballero de buenas maneras, gran amante de la vida y el tango, noctámbulo incorregible y cariñoso sin pretensiones. Nos regaló muchos ratos de éxtasis escuchándole cantar en las noches del «Capitán Haddock» al son del piano de Chema Corvo y el calor de la ginebra y los amigos, en ese ambiente tan suyo. Entonó el «Adiós muchachos» hace pocos días. Siempre permanecerá viva en nuestro recuerdo su sonrisa y su bonhomía.