Los nubarrones parece que desaparecen y el impresor finalmente le ha metido mano al librito INSOMNIUS [amorfo]. Estará terminado y calentito la próxima semana si nuevas dilaciones no hacen nido en nuestros proyectos. Las gestiones de Jean Claude (Jean Clock, también llamado o aka como dicen los memos anglófilos) han dado como fruto que la presentación del dicho librito (que no librillo) sea en un céntrico y afamado lugar. Ya serán informadas vuecencias del día y hora en que haremos gala de nuestras mejores dotes exhibicionistas delante de un público entregado (ustedes).
La exposición «Lisboa en un Granero» será colgada este fin de semana si es que encuentro tiempo y el amigo Paco también.
¡A currar que todavía queda un pedacito de semana!
Esta época nos trae retrasos arrastrados con los vientos. Uno en la publicación en papel del libro INSOMNIUS [amorfo] por atasco de trabajo en las manos de nuestro impresor-manufacturador. Otro en el colgado de los cuadros de la exposición «Lisboa en un Granero».
Cuando los vientos nos sean propicios estarán ambas cosas a su disposición. Mientras tanto disfruten ustedes del aberrante gusto carpetovetónico de este país y sus más arraigadas pasiones.
El webmaster de este santo sitio (el Acechor) lleva un tiempo jugando y tonteando con el software libre ayudado por un amigo (el Malvado Margarito, poseedor del blog ESTUPIDIARIO). Fruto de estas relaciones han sido los cambios que se han experimentado en esta web, que ha pasado a estar realizada con Joomla. Pero eso es sólo la punta del iceberg. Todo ese necesario proceso de desintoxicación de guarrindous ha terminado hace pocos días con la destrucción de la partición del disco duro que contenía ese virus llamado güindous que me ha consumido tantas tardes que si las hiláramos haríamos años con ellas. Pero todo todo tiene un final, menos el salchichón que tiene dos. Y qué mejor regalo de cumpleaños que el tiempo. No el que ya se ha perdido, que no tiene vuelta, pero sí el que a partir de ahora no se diluirá en los fárragos pantanosos del software propietario y cerrado. Cosas del pasado. Como prueba del paso a cosas de adultos (sistemas POSIX=LINUX y otras yerbas) aquí están públicas las imágenes tomadas antes y después de la eliminación de la partición que contenía dicho engendro come-tiempo y come-máquinas.
Un antes-de y después-de como declaraciones de mi pertenencia a la red de desintoxicados de ESE chistema operativo, grupo que cada día componemos más gente. Para aquellos de ustedes que quieran liberarse de las cadenas les recomiendo el siguiente enlace para decir adiós a Microsoft: Linux Mint y también ofrezco mis servicios (y los de toda la comunidad linuxera) como ayuda para el tránsito. Se puede vivir sin Guarrindous, os lo aseguro. Y además MUY FELIZ.
Seguro que alguno de los amigos/as de esta web empezará a fruncir el ceño y a sentir oscilar la palabra proselitismo en sus cabezas. Quede claro que uno recomienda lo que le gusta, le funciona y le hace sentir bien con la mejor intención. Si a alguien no le interesa y está enganchado a ciertas drogas (95, 98, ME, 2000, NT, XP o VISTA) por parte del escribiente puede seguir hasta que reviente su disco duro. Si necesita ayuda para salir, estaremos encantados de dedicarles a nuestros amigos y amigas el tiempo que hemos ganado con no reinstalar cada pocos meses, por ejemplo.
Actualización 2021: Va para 14 años que nos quitamos de encima el horrible sistema operativo citado. Seguimos tan felices como siempre y con el tiempo que hemos ahorrando solo en reinicios de máquina hemos podido ir de vacaciones ni se sabe los días.
Actualización 2023: Hay más de media docena de personas que gracias a mi intermediación y paliza vive feliz y tranquila lejos de las garras del Guarrindous. Alguna octogenaria, para que luego se diga que si la informática es para jóvenes (no la inventaron ellos) y que Linux es complicado.
Hoy he retirado los cuadros de la exposición «Lisboa en el Lisboa» que ha estado colgada en Valladolid desde diciembre. El próximo hito de las fotografías será el bar GRANERO situado en la calle Granero de Salamanca, donde estará disponible a partir de este fin de semana si las erecciones elecciones y la falta de tiempo no lo impiden. Se llamará, como es obvio, «Lisboa en un Granero».
Por otro lado estamos luchando contra el impresor para que el libro «Insomnius» salga de máquinas lo antes posible. Claro que para ello es preciso que antes entre en ellas, cosa que no parece fácil.
