El abajo firmante, a la sazón webmaster y mantenedor de este santo dominio, tiene ya desde hace años un profundo y cerval odio a la navidad. En realidad al virus consumista que nos invade esos días, al mercantilismo y estulticia, a las aglomeraciones, a las prisas, agobios, horarios, ruidos, villancicos y demás mala baba que irradia nuestras decadente e intelectualmente andrajosa sociedad cristiano-putrefacta.
Es por eso, para dar rienda suelta a toda la mala leche que se me acumula enestasfechastanseñaladas que un servidor se ha hecho poseedor de otro dominio con el nombre de: ODIO LA NAVIDAD, o mejor dicho según las convenciones de este medio:
y en la que todo quisque que sienta semejantes aversiones (un 45% de la población, se dice) pueda ejercer el sacrosanto derecho a la pataleta.
¡A gozar, chicos y chicas!